El presupuesto federal de Australia, recientemente anunciado, ha prestado especial interés, entre otras iniciativas sanitarias, a los servicios de salud mental, los centros de tratamiento y los esfuerzos de prevención del suicidio. De los 2.300 millones, más del 50% se destinan a una red de centros de salud mental financiados por la Commonwealth, especializados en el diagnóstico y tratamiento de afecciones en adultos, jóvenes y niños.
El Gobierno, muy interesado en los servicios sanitarios digitales, ha destinado 249 millones de dólares a servicios digitales de salud mental que permitan el asesoramiento y el apoyo en línea.
La salud mental es una parte importante de la definición de “Salud para todos ” y, en este sentido, Australia está haciendo progresos significativos. La pandemia de COVID 19 también ha hecho que esta inversión sea crucial y el país debe esperar más financiación de este tipo.
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Créditos de las imágenes: Navegador Columbus
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