Uno de los posibles enfoques para aumentar la equidad de las vacunas como parte de la lucha contra la pandemia COVID-19, es reducir la dependencia de África de las cadenas mundiales de suministro de vacunas. Esto puede mejorarse transfiriendo competencias para la producción de vacunas de los países de renta alta a otras regiones. Una importante empresa farmacéutica sudafricana ha recibido ayuda financiera por valor de 600 millones de euros de una combinación de fuentes, entre ellas el IFC, la institución francesa de desarrollo Proparco, DEG – la institución alemana de financiación del desarrollo, y la Corporación Internacional de Financiación del Desarrollo de Estados Unidos.
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