La Ayuda Humanitaria de la UE donó una subvención a UNICEF para ayudar a aliviar a los países centroafricanos especialmente afectados por COVID-19, uno de los cuales fue Lesoto. Los niños sufrieron el mayor impacto, ya que las escuelas cerraron durante meses y se les obligó a trabajar y a casarse. Los fondos se destinaron principalmente a financiar la vacunación en la región, dado que sólo el 6% de la población africana estaba totalmente vacunada. Al hacerlo, permitió a la población, especialmente a los niños, poder reanudar sus actividades, principalmente la escuela.