En un nuevo documento político, el Centro para el Desarrollo sostiene que los impuestos sanitarios son una estrategia crucial para abordar los complejos retos de nuestra era de policrisis.
El documento, publicado hoy, destaca la intersección de la pandemia COVID-19, los conflictos en curso y la escalada de las crisis económicas, que juntos crean una crisis polifacética que supera con creces la suma de sus partes.
El informe subraya el doble beneficio de los impuestos sanitarios: no sólo ayudan a mitigar la carga de las enfermedades no transmisibles (ENT), sino que también generan ingresos esenciales para unos sistemas sanitarios infrafinanciados.
Con la previsión de que las ENT causen el 75% de todas las muertes mundiales en 2030 y la reducción del espacio fiscal para la sanidad debido al aumento de la deuda y la inflación, los impuestos sanitarios surgen como una herramienta política vital.
A pesar de su potencial, los impuestos sanitarios siguen infrautilizados.
El blog pide que se vuelva a prestar atención a la optimización de estos impuestos para aumentar su eficacia.
Destaca que la mayoría de los países ya disponen de un sistema de impuestos especiales, lo que hace que la aplicación de impuestos sanitarios sea factible y tenga impacto.
El Centro de Desarrollo anuncia también un próximo informe del Grupo de Trabajo de alto nivel sobre Política Fiscal para la Salud, copresidido por Michael Bloomberg, Larry Summers y Mia Mottley.
Este informe, previsto para septiembre, ofrecerá recomendaciones basadas en pruebas sobre el avance de los impuestos sanitarios antes de la Reunión de Alto Nivel de la ONU sobre ENT del año que viene.