Con el objetivo general de garantizar una vida sana para todos y lograr la cobertura sanitaria universal (CSU), la Unión Europea ha invertido un total de 2.600 millones de euros en los sectores de la salud a través de su ayuda al desarrollo para el periodo 2014-2020. Esta inversión incluye 1.300 millones de euros en programas bilaterales con 17 países, destinados a proporcionar un apoyo integral al sector sanitario, y 1.300 millones de euros en contribuciones a iniciativas sanitarias mundiales, como el Fondo Mundial contra el Sida, la Tuberculosis y la Malaria; la Alianza para las Vacunas – Gavi; y organismos de la ONU. En los últimos meses, se han contraído nuevos compromisos sustanciales para la reposición del Fondo Mundial, Gavi, y el Mecanismo Mundial de Financiación, GFF.
Las tendencias de la cooperación al desarrollo de la Unión Europea y sus Estados miembros indican que las contribuciones a las Iniciativas Sanitarias Globales van en aumento, no sólo en términos absolutos, sino también como proporción de las inversiones totales para la cooperación al desarrollo en el sector sanitario, en comparación con la participación en la cooperación directa (bilateral) en los países socios. Si bien estas tendencias aumentan la disponibilidad de fondos de los donantes para los programas verticales de salud -y, a modo de aspiración, también para el fortalecimiento de los sistemas de salud- en los países de renta baja y media, también pueden plantear retos para la coordinación dirigida por los países y los mecanismos de eficacia de la ayuda.
En su reciente compromiso durante la Conferencia de Reposición de Fondos del Fondo Mundial, la UE se comprometió a aportar un total de 550 millones de euros al nuevo ciclo de financiación para el periodo 2020-2022. A este respecto, se estudió cómo podría enmarcarse esta contribución para apoyar la integración de los programas del Fondo Mundial en los esfuerzos de la CSU en los países prioritarios.
Muchos donantes y organismos bilaterales reservan parte de sus contribuciones al Fondo Mundial, o complementarias, para canalizarlas hacia la asistencia técnica, la investigación operativa y el desarrollo de capacidades a largo plazo. Ejemplos de ello son actualmente el gobierno de EE.UU. (a través de diversos mecanismos), los gobiernos alemán y suizo (a través de BACKUP Health) y el gobierno francés (la Iniciativa del 5%). Estos mecanismos crean flujos de financiación que permiten a los países obtener más apoyo para diseñar y presentar solicitudes de subvención, reforzar el seguimiento de sus resultados, mejorar la capacidad a largo plazo y ampliar la investigación operativa. Estos mecanismos de “Set-Aside” forman parte actualmente de una revisión más amplia del TERG sobre Asociaciones de Apoyo Técnico publicada en el sitio web del TERG.
Hoy en día, la asistencia técnica ya no se entiende como un flujo unidireccional de conocimientos y competencias, sino que está estrechamente vinculada al uso de redes de conocimiento que permiten compartir rápidamente información y experiencias en todas las direcciones. La Red Conjunta de Aprendizaje (JLN, por sus siglas en inglés), financiada por la Fundación Rockefeller, fue una de las primeras redes de conocimiento en apoyo de la cobertura sanitaria universal. La JLN surgió durante una reunión celebrada en 2009, en la que expertos nacionales y socios de la sanidad mundial debatieron la posibilidad de reforzar las vías de intercambio de conocimientos, resolución conjunta de problemas y aprendizaje compartido a medida que los países de renta baja y media emprenden reformas sanitarias en el camino hacia la Cobertura Sanitaria Universal (CSU). La iniciativa P4H (Providing for Health), cuya oficina de coordinación se encuentra en la OMS y el Banco Mundial, es otro ejemplo bien establecido, tras doce años de existencia, de red de conocimientos para la cobertura sanitaria universal, que reúne a expertos nacionales y mundiales en una interacción multinivel muy necesaria. P4H es una red mundial de organismos bi y multilaterales, grupos de reflexión política y académicos dedicados a la financiación de la sanidad, la economía y la protección social de la salud para la cobertura sanitaria universal mediante la intermediación de ideas y conocimientos, la colaboración técnica y el diálogo político.
Reforzar el vínculo entre los enfoques mundiales y nacionales hacia la cobertura sanitaria universal y mejorar la coordinación a todos los niveles -mundial, regional, nacional y subnacional- también requerirá el uso eficaz de redes institucionalizadas de intercambio de conocimientos como P4H.