La política japonesa desplaza la priorización y la asignación de recursos de hospitalización a los pacientes gravemente enfermos o de alto riesgo de COVID-19. Enfermedad grave se refiere a el paciente tiene una neumonía grave y necesita ser ingresado en una unidad de cuidados intensivos y recibir tratamiento como, por ejemplo, ser conectado a un respirador o a una máquina de oxigenación por membrana extracorpórea. Este cambio de política podría crear capacidad suficiente para que los pacientes cuyo estado empeore puedan acudir inmediatamente al hospital. Sin embargo, la aplicación de la política dependerá de la decisión de cada prefectura respecto a las nuevas directrices.
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Fuente: Japan Times
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