La semana pasada, la 77ª Asamblea Mundial de la Salud aprobó una resolución histórica sobre la economía de la salud para todos, avanzando las recomendaciones del Consejo de la OMS sobre la Economía de la Salud para Todos, presidido por la profesora Mariana Mazzucato. Esta resolución subraya la necesidad crítica de financiación y colaboración multisectorial más allá de los Ministerios de Sanidad, como se puso de relieve durante la pandemia COVID-19, que demostró la interdependencia entre la salud y las economías.
La nueva resolución pretende ayudar a los países a reestructurar sus economías para dar prioridad a la salud de las personas y del planeta. Hace hincapié en que unas poblaciones sanas y un medio ambiente próspero son esenciales para el desarrollo sostenible, reflexionando sobre los determinantes más amplios de la salud, incluidas las condiciones de vida, la nutrición, la educación y los entornos laborales, y garantizando el acceso a la asistencia sanitaria para todos sin dificultades económicas.
La resolución pide a los Estados miembros, a las instituciones financieras internacionales y regionales y a otras partes interesadas que alineen sus acciones en las dimensiones económica, social y medioambiental, centrándose claramente en la salud para todos. Para 2026, la OMS tiene la tarea de desarrollar una estrategia global sobre economía y financiación de la salud, que oriente a los países hacia la construcción de economías centradas en la salud y el bienestar.
Esta estrategia esbozará las acciones prioritarias, incluido el refuerzo de las capacidades nacionales y la prestación de apoyo técnico para mejorar las políticas fiscales y colaborar con las asociaciones económicas, las instituciones financieras internacionales y los bancos de desarrollo. Esta resolución representa un importante paso adelante en la creación de un enfoque integrado de las políticas sanitarias y económicas, que fomente un futuro más sostenible y equitativo para todos.