Le Monde, 23 de mayo de 2019: “Trabajo decente y cohesión social”. Cualquier turista que haya visitado los templos de Angkor conoce al personaje: el conductor de tuk-tuk, un scooter motorizado que hace las veces de taxi, es parte integrante de la postal camboyana. De lo que son menos conscientes los visitantes extranjeros es de hasta qué punto esta profesión puede incumplir las normas internacionales de “trabajo decente”. La mayoría de los conductores no están cubiertos por ningún tipo de seguridad social, y tienen que pagar de su propio bolsillo si son trasladados al hospital, sobre todo en caso de accidente de tráfico. Más información