Con una ayuda cada vez menor, los países africanos están adoptando impuestos sobre el tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas para financiar los sistemas sanitarios y luchar contra las enfermedades no transmisibles. Los expertos de un foro regional destacaron las promesas y los escollos de los impuestos sanitarios, e instaron a adoptar políticas transparentes y contextualizadas que equilibren los objetivos sanitarios, la equidad y las realidades económicas.
A medida que disminuye la ayuda exterior, los países africanos recurren a los “impuestos al pecado” sobre el tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas para financiar la asistencia sanitaria y frenar las enfermedades relacionadas con el estilo de vida. En una mesa redonda Más allá de la dependencia de la ayuda: Liberar la financiación sanitaria nacional mediante impuestos sanitarioslos expertos subrayaron la necesidad de soluciones africanas adaptadas a los contextos locales.
Ponentes como la Dra. Mercy Korir y Edwin Macharia señalaron que la disminución del apoyo de los donantes, incluida la retirada de USAID, no deja a los gobiernos otra opción que financiar la sanidad internamente. Los impuestos sanitarios ofrecen un “triple beneficio”: mejoran la salud pública, aumentan los ingresos públicos y reducen la presión sobre los sistemas sanitarios. Sin embargo, persisten los problemas de aplicación: la mayoría de los países africanos no alcanzan el nivel de referencia recomendado por la OMS del 75% de impuestos sobre el tabaco, y sigue siendo complejo equilibrar la salud pública con las consideraciones económicas y políticas.
Los ejemplos de Sudáfrica, México y Filipinas demuestran que los impuestos sanitarios pueden ser eficaces si los ingresos se utilizan con transparencia y se destinan a programas sanitarios. El paso de Nigeria a gravar el alcohol por su contenido puro y la asignación del IVA de Ghana al seguro sanitario se citaron como innovaciones prometedoras. Los expertos también advirtieron de las consecuencias no deseadas, como el comercio ilícito, el consumo de sustitutos inseguros y los efectos desproporcionados sobre los pobres.
Aunque los impuestos sanitarios por sí solos no pueden resolver la crisis de financiación de África, los participantes coincidieron en que representan un recurso interno vital. Como concluyó el Dr. Korir, las soluciones duraderas deben venir del interior del continente, mediante políticas específicas para cada contexto, responsabilidad y voluntad política coherente.




