El sistema de atención primaria de Irán cuenta con una sólida red apoyada por trabajadores sanitarios comunitarios y ha ampliado con éxito los servicios urbanos para hacer frente a importantes retos sanitarios. El Plan de Transformación Sanitaria iniciado en 2014 ha logrado avances sustanciales en la cobertura de más del 90% de la población y en la reducción de los gastos de bolsillo.
El sistema de atención primaria de salud (APS) de Irán ha obtenido el reconocimiento internacional por su importante papel a la hora de ofrecer servicios sanitarios accesibles y equitativos, sobre todo a las poblaciones rurales, desde la década de 1980. Un rasgo distintivo de este sistema es la presencia de Behvarz, trabajadores sanitarios comunitarios que han desempeñado un papel decisivo en la configuración de los resultados sanitarios en todo el país. A la autora le impresionaron especialmente los servicios de APS urbanos bien establecidos, que atendían a una población que se había desplazado predominantemente a la vida urbana, con más del 70% residiendo en ciudades.
A pesar de enfrentarse a limitaciones de recursos, los centros urbanos de APS proporcionaron una mezcla diversa de profesionales sanitarios, incluidos psicólogos, nutricionistas y expertos en salud medioambiental para abordar problemas prevalentes como los trastornos mentales, la obesidad y las enfermedades no transmisibles. Aunque determinadas profesiones, como la psicología, requieren una formación adicional, muchos países de renta baja y media pueden aprender del modelo de APS urbana de Irán.
El sistema sanitario iraní se caracteriza por una integración única de la prestación de asistencia sanitaria y la educación médica. Esta relación otorga gran autoridad y responsabilidad a los rectores de más de 60 universidades médicas, lo que les permite gestionar servicios sanitarios integrales que abarcan desde la atención primaria a la terciaria. Un aspecto destacado del Ministerio de Sanidad iraní es su liderazgo por parte de profesionales sanitarios académicos, lo que da lugar a vibrantes discusiones y debates intelectuales dentro del ministerio, una característica poco común en muchos ministerios de sanidad. Sin embargo, este enfoque académico a veces puede obstaculizar una gestión eficaz, ya que el profesorado universitario puede no poseer conocimientos de gestión.
En 2014, inspirándose en el Plan de Transformación Sanitaria (PTS) de Turquía, Irán puso en marcha su propio PTS para mejorar la calidad y la accesibilidad de los servicios sanitarios, sobre todo para las poblaciones vulnerables, y reducir el gasto sanitario de bolsillo. Se movilizaron importantes recursos financieros a través del impuesto sobre el valor añadido y los ingresos del petróleo, que ascendieron a varios miles de millones de dólares. El HTP amplió considerablemente la cobertura, incluyendo planes integrales de seguro social de enfermedad, al tiempo que invertía en la construcción y mejora de instalaciones sanitarias con tecnología moderna.
El compromiso del gobierno iraní con el gasto sanitario es notable, con un gasto total que alcanza aproximadamente los 350 $ per cápita, muy superior al de otros países de renta baja y media, como Tailandia. A pesar de los considerables avances logrados gracias al HTP, subsistieron algunos problemas, como la incapacidad de definir claramente un paquete de servicios sanitarios esenciales, lo que dio lugar a una utilización innecesaria de la asistencia sanitaria. La estructura de reembolso favorecía a los especialistas, lo que suscitaba dudas sobre la sostenibilidad del HTP.
Las entidades de seguro médico funcionaban bajo el Ministerio de Asuntos Sociales sin alinearse estrechamente con las políticas del Ministerio de Sanidad, lo que impedía un sistema cohesionado de pagador único como el implantado en Turquía. La cuestión de los regímenes de doble seguro también complicó la situación, ya que una parte importante de la población estaba asegurada en múltiples programas.
Sin embargo, en 2017, el HTP había logrado dar cobertura a más del 90% de la población, reformar numerosas instituciones sanitarias y reducir el gasto de bolsillo de más del 50% a aproximadamente el 40% del gasto sanitario total, aunque no alcanzó el punto de referencia de menos del 20% necesario para la cobertura sanitaria universal (CSU). Estos logros reflejan la dedicación de los dirigentes iraníes a la consecución de la cobertura sanitaria universal, a pesar de las dificultades planteadas por las sanciones internacionales a lo largo de los años.