En una reciente entrevista publicada por Results for Development (R4D), Cheryl Cashin, Directora Gerente, y Nathaniel Otoo, Senior Fellow, aportan valiosas ideas sobre el concepto de compra estratégica en los sistemas sanitarios. Este enfoque pretende maximizar el valor de cada dólar gastado en sanidad, garantizando que los limitados recursos se utilicen eficazmente para mejorar la calidad y la accesibilidad de la asistencia sanitaria.
La compra estratégica implica a organismos o instituciones -como los programas nacionales de seguros sanitarios o los ministerios de sanidad- que actúan como “compradores” de servicios sanitarios. Estos compradores tienen poder para configurar la prestación de asistencia sanitaria tomando decisiones informadas sobre qué servicios comprar y a qué proveedores contratar, creando incentivos para la eficiencia y la asistencia de alta calidad.
Cashin y Otoo destacan que la compra estratégica es esencial para avanzar hacia la cobertura sanitaria universal (CSU). Garantiza que los fondos sanitarios se destinen a las poblaciones e intervenciones prioritarias, fomentando un uso equitativo y eficiente de los recursos. Al proporcionar una mejor protección financiera y ampliar el acceso a los servicios, la compra estratégica se convierte en un círculo virtuoso que refuerza la CSU.
Sin embargo, a pesar de sus ventajas, las compras estratégicas no siempre son bien acogidas. Algunas partes interesadas se resisten a estos cambios, temiendo la pérdida de recursos o los cambios en los flujos de financiación. Cashin y Otoo subrayan la importancia de implicar a todas las partes interesadas en el proceso y garantizar que la transición a la compra estratégica se gestiona de forma colaborativa.
Una parte fundamental de los esfuerzos de R4D para promover este enfoque es el Centro de Recursos Africanos de Compras Estratégicas (SPARC). El SPARC creará capacidad en toda el África subsahariana, ofreciendo tutoría y recursos a las instituciones y personas que trabajan en compras estratégicas. Su objetivo es crear una red de expertos que puedan ayudar a los países a adaptar estas prácticas a sus contextos únicos.
A través de ejemplos de Ghana y Kazajstán, Cashin y Otoo ilustran cómo la compra estratégica puede conducir a mejoras significativas, incluso en entornos con recursos limitados. Por ejemplo, Ghana pasó de un modelo de pago por servicio a un enfoque más controlado, reduciendo ineficiencias como la sobrefacturación de suministros como guantes quirúrgicos.
El trabajo de R4D destaca la importancia de la concienciación, el desarrollo de capacidades y la asistencia técnica para ayudar a los países a poner en práctica la compra estratégica. Esto es especialmente vital para los países de renta baja y media, donde la combinación adecuada de recursos y experiencia puede desbloquear un mayor acceso a una asistencia sanitaria asequible y de calidad para todos.
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