Fondo
En su afán por lograr la cobertura sanitaria universal (CSU), el gobierno de Benín está llevando a cabo un proyecto piloto de seguro social obligatorio de enfermedad denominado “ARCH”.
Métodos
Analizamos datos presupuestarios y documentos ARCH, y realizamos cuatro misiones de observación en Benín entre marzo de 2018 y enero de 2020. Los resultados se presentan en función de los tres objetivos clásicos de la gestión del gasto público.
Resultados
El gobierno de Benín se enfrenta a importantes retos presupuestarios a la hora de poner en marcha el proyecto ARCH de seguridad social: (i) el espacio fiscal es bastante limitado, hay un potencial limitado para nuevos impuestos y éstos pueden no beneficiar a la financiación del ARCH, de ahí la necesidad de priorizar los recursos fiscales sin poner en peligro otras áreas; (ii) la compra de servicios sanitarios debe ser más estratégica para aumentar la eficiencia de la asignación y la equidad; (iii) es preciso mejorar la eficacia del proceso de gasto y dotar de mayor autonomía al nivel operativo, a fin de garantizar que los centros sanitarios reciban los reembolsos oportunos para hacer frente a los gastos sanitarios de los asegurados, de forma que no se ponga en peligro el equilibrio financiero de dichos centros.
Conclusión
Los importantes retos presupuestarios a los que se enfrenta Benín a la hora de aplicar su política de CSU también los afrontan muchos otros países africanos. Es importante evitar una situación en la que los recursos dedicados por el Gobierno al sistema de seguro social de enfermedad sean a costa de una reducción de la financiación de los servicios de atención primaria preventiva y promocional.
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