La UE está sopesando importantes subidas de los impuestos sobre el tabaco y nuevos gravámenes para su presupuesto de 2028-2034, pero Suecia y otros países se oponen a los impuestos elevados sobre las bolsitas de nicotina, alegando la reducción de daños. Los críticos advierten de que las bolsitas pueden provocar adicción en los jóvenes y señalan que la investigación es limitada.
Una reciente propuesta de la Oficina de Enlace de Asuntos Internacionales de Alemania, debatida en el parlamento alemán, sugiere introducir nuevos gravámenes en toda la UE sobre el tabaco y los residuos electrónicos para el presupuesto de 2028-2034. Esta propuesta sigue a las peticiones de al menos 15 Estados miembros de aumentar los impuestos especiales sobre el tabaco, y se dice que la Comisión Europea está considerando un aumento de los impuestos sobre los cigarrillos del 139% e impuestos más elevados sobre los cigarrillos electrónicos, las bolsas de nicotina y el tabaco calentado.
Suecia, junto con Italia, Grecia, Rumanía y Bulgaria, se opone a unos impuestos especialmente elevados sobre las bolsitas de nicotina, temiendo la pérdida de ingresos nacionales y citando el éxito de la salud pública sueca con el uso del snus. Suecia, con una de las tasas de tabaquismo más bajas de la UE, argumenta que el snus reduce los daños. Sin embargo, países como Bélgica y muchos defensores de la salud pública advierten de que las bolsitas de nicotina pueden fomentar la adicción juvenil y señalan la falta de estudios independientes a largo plazo sobre sus efectos en la salud.