La pandemia de COVID-19 ha puesto al descubierto las deficiencias estructurales de los sistemas nacionales de salud pública de los Estados Unidos y los Estados miembros de la UE. En Estados Unidos continuará sin duda el debate y la aplicación de la Ley de Protección al Paciente y Asistencia Asequible (“Obamacare”). En la UE habrá un intenso debate sobre cómo configurar una Unión Europea de la Salud, incluido un mayor mandato a nivel europeo para gobernar las funciones esenciales de salud pública y la respuesta a la crisis de salud pública.Al mismo tiempo se debatirá hasta qué punto debe haber también un mandato europeo compartido para gobernar y financiar los sistemas sanitarios, lo que hasta ahora sigue siendo competencia de los Estados miembros.