La Constitución ecuatoriana de 2008 estableció servicios públicos de salud gratuitos y universales y creó una red pública integral formada por instituciones estatales y de seguridad social.
En 2020 el gasto público en sanidad fue el 4,97% del producto interior bruto y en 2021 fue el 14,8% del gasto público total.
El gasto de bolsillo representó el 30,6% del gasto sanitario corriente total. Las fuentes de financiación del sector sanitario son los recursos procedentes de los Presupuestos Generales del Estado; las cotizaciones de los trabajadores y empresarios a la Seguridad Social; las cotizaciones de los regímenes policial y militar; el gasto directo de los hogares; y los recursos procedentes de donantes.