La Constitución de 2008 estableció la gratuidad y universalidad de los servicios públicos de salud y se creó la red pública integral conformada por las instituciones estatales y de la seguridad social.
Para 2019, el gasto público en salud fue 4,8% del producto interior bruto y 13,3% del gasto público total. El gasto de bolsillo representó 30,9% del gasto total en salud. Las fuentes de financiamiento del sector salud son recursos del presupuesto general del Estado, cotizaciones de trabajadores y empleadores a la seguridad social y a los regímenes policial y militar, el gasto directo de los hogares y los recursos externos de la cooperación.