Este informe destaca el elevado gasto sanitario de Sierra Leona y, sin embargo, sus malos resultados en materia de salud, con una tasa de mortalidad materna muy superior a la de los países vecinos.
Entre los principales problemas se incluyen una distribución desigual de los recursos que favorece a los hospitales en detrimento de las unidades de salud primaria rentables, un gasto sanitario público limitado (sólo el 6% del gasto público general) y una gran dependencia de la financiación de los donantes.
La población soporta una importante carga financiera, ya que los gastos de bolsillo representaron dos tercios del gasto sanitario total en 2018.
Para lograr la Cobertura Sanitaria Universal (CSU), Sierra Leona pretende desarrollar una estrategia de financiación sanitaria para aumentar el gasto público y mejorar la eficiencia del gasto.