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Etiopía, un país de renta baja, ha realizado progresos impresionantes en la mejora de los resultados sanitarios. El Grupo Interinstitucional para la Estimación de la Mortalidad Infantil informó de que Etiopía ha alcanzado el Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) 4, tres años antes de lo previsto, con una mortalidad de menores de 5 años de 68 por cada 1.000 nacidos vivos en 2012. Sin embargo, persisten importantes retos, con una tasa de mortalidad materna de 420 por cada 100.000 nacidos vivos. El gobierno ha introducido un sistema de prestación de asistencia sanitaria pública de tres niveles para prestar servicios sanitarios esenciales y garantizar los vínculos de derivación, con el nivel tres como hospitales especializados (uno por cada 3,5 millones 5 millones de habitantes), el nivel dos como hospitales generales (uno por cada 1 millón 1,5 millones), el nivel uno como hospitales primarios (uno por cada 60.000 100.000) con centros de salud satélite (uno por cada 15.000 25.000) y puestos de salud (uno por cada 3.000 5.000). Una iniciativa que contribuye en gran medida a la cobertura sanitaria universal (CSU) es el Programa de Extensión Sanitaria (PSE), que ofrece servicios gratuitos de atención primaria en puestos de salud y comunidades. El país se encuentra en una fase inicial de puesta en marcha de planes de seguros para ofrecer protección financiera a sus ciudadanos: El Seguro Social de Salud (SHI) para los empleados del sector formal y el Seguro de Salud Comunitario (CBHI) para los residentes rurales y los empleados del sector informal. Los servicios públicos deben prestar gratuitamente los servicios exentos, y existe un sistema de exención de tasas para los pobres.