La Oficina de Barcelona de la OMS para la financiación de la sanidad publicó en 2021 un nuevo informe titulado “¿Puede permitirse la gente pagar la asistencia sanitaria? Esta publicación, cuyos autores son Ketevan Goginashvili, Mamuka Nadareishvili y Triin Habicht, forma parte de una serie de estudios por países que generan nuevos datos sobre la protección financiera en los sistemas sanitarios europeos. Según la OMS, la protección financiera es fundamental para la cobertura sanitaria universal y una dimensión básica del rendimiento del sistema sanitario.
El resumen de la revisión afirma que Georgia tiene una incidencia relativamente alta de gastos sanitarios empobrecedores y catastróficos en comparación con otros países de Europa. El gasto catastrófico está impulsado principalmente por los pagos directos de medicamentos ambulatorios, pero también por la asistencia hospitalaria y ambulatoria. Lamentablemente, se concentra sobre todo en los hogares más pobres. Aunque las reformas introducidas desde 2013 han mejorado el acceso a la atención sanitaria y reducido la dependencia del sistema de salud de los pagos de bolsillo, el gasto público en salud sigue siendo bajo y persisten las lagunas en la cobertura. A continuación se presentan algunos datos del informe:
- Los pagos de bolsillo siguen siendo elevados como proporción del gasto de los hogares, representando alrededor del 7-9% en todos los grupos de ingresos entre 2010 y 2018.
- Los pagos de bolsillo representaron el 48% del gasto corriente en sanidad en 2018. Los pagos directos siguen siendo la principal fuente de gasto sanitario.
- En 2018, uno de cada seis hogares se enfrentó a pagos de bolsillo catastróficos, frente a uno de cada nueve hogares en 2013.
- El gasto público en salud como porcentaje del PIB fue del 2,8% en 2018, frente a una media del 4,9% en la Región Europea de la OMS.
- Entre el quintil más pobre, cerca del 90% del gasto sanitario catastrófico puede relacionarse con los pagos directos por medicamentos. Para el quintil más rico, el principal motor del gasto catastrófico es la atención hospitalaria.
- Solo alrededor del 1 % del gasto en medicamentos ambulatorios procedió de fuentes públicas en 2017. Los medicamentos genéricos de bajo coste suelen estar menos disponibles en las farmacias que los productos de marca más caros.
- La falta de confianza en la atención primaria aumenta los desembolsos por autotratamiento o por eludir los sistemas de derivación cuando se visita a los especialistas.
Los autores sugirieron que, para reforzar la protección financiera, el aumento de la inversión pública en sanidad -especialmente en atención primaria- es necesario, pero no suficiente. El gobierno también debe abordar las lagunas en la cobertura dando prioridad a una mejor protección de los hogares pobres y de las personas con enfermedades crónicas; introducir una regulación más estricta de los volúmenes de servicios y los precios (incluidos los precios de los medicamentos) para garantizar que los recursos se utilizan de forma eficiente; y mejorar la calidad de la atención primaria de salud.