Este artículo analiza la relación entre el gasto privado de los israelíes en asistencia sanitaria y la renta de las personas y su lugar de residencia, así como las desigualdades en el acceso a la asistencia que se derivan de ello.
También analiza la progresividad de la financiación pública en Israel, que es casi suficiente para compensar el efecto regresivo de los pagos de bolsillo y los pagos por seguros complementarios voluntarios.