En un artículo de opinión publicado en PLOS Global Public Health, Adam et al. (2025) examinan la creciente amenaza que el nacionalismo en auge supone para las asociaciones sanitarias mundiales. Los autores -Maya Adam, Desiree LaBeaud, Nokwanele Mbewu y sus colegas- destacan cómo los cambios en el clima político mundial pueden interrumpir décadas de progreso colaborativo en materia de salud pública. Defienden la importancia que siguen teniendo las alianzas internacionales de larga data, arraigadas en el respeto mutuo, los objetivos compartidos y los enfoques integradores.
El artículo esboza varios principios clave para mantener estas colaboraciones, como el marco de Una Salud, el trabajo en equipo interdisciplinario y el compromiso equitativo con las comunidades locales. Los autores destacan también el papel de una comunicación eficaz y sensible a las diferencias culturales, y la necesidad de abordar el legado colonial incrustado en muchas estructuras sanitarias mundiales. A medida que los retos de la salud pública se hacen más complejos e interconectados, Adam et al. piden un compromiso renovado con la cooperación internacional, instando a la comunidad sanitaria mundial a reforzar los fundamentos que hacen posible la acción colectiva.