Mientras el Banco Mundial se prepara para la 21ª reposición de sus fondos de la Asociación Internacional de Fomento (AIF), Oxfam ha expresado su preocupación por la omisión de medidas de protección financiera en el paquete de políticas sanitarias propuesto. A pesar del compromiso del Banco de ampliar el acceso a la atención sanitaria a 1.500 millones de personas para 2030, el reciente artículo de Oxfam destaca la necesidad de medir y abordar los gastos sanitarios catastróficos que empujan anualmente a miles de millones a la pobreza.
Los Informes Mundiales de Seguimiento de la CSU, elaborados conjuntamente por el Banco Mundial y la OMS, revelan que 4.500 millones de personas carecen de acceso a servicios sanitarios esenciales, y 2.000 millones se enfrentan a dificultades económicas debido a los costes de la atención sanitaria. Oxfam subraya que la política de la AIF21 debe incluir medidas explícitas alineadas con el Objetivo de Desarrollo Sostenible 3.8.2 para realizar un seguimiento del gasto sanitario empobrecedor y garantizar la responsabilidad financiera.
Las recomendaciones de Oxfam exigen una asistencia sanitaria financiada públicamente y gratuita en el punto de uso, mecanismos de financiación equitativos basados en los impuestos y compromisos concretos para reducir los gastos de bolsillo. Sin estas salvaguardias, el Banco corre el riesgo de perpetuar las desigualdades, especialmente para los grupos marginados.
En vísperas de la conferencia AIF21 que se celebrará el mes que viene en Corea del Sur, Oxfam insta a los donantes de la AIF a dar prioridad a objetivos sólidos de protección financiera para hacer realidad la cobertura sanitaria universal para las poblaciones más pobres del mundo.