El Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social (PNDES-II) se inscribe en el marco de la mejora de la seguridad de la población, la modernización de las condiciones óptimas para mejorar el bienestar de los burkineses y la mejora del clima empresarial en todo el país. Su objetivo general es “restablecer la seguridad y la paz, reforzar la resiliencia de la nación y transformar estructuralmente la economía de Burkina Faso para lograr un crecimiento fuerte, sostenible e integrador”.
El coste global de aplicación del PNDES-II se estima en más de 19.000 billones de francos CFA, es decir, un coste medio anual de 3.806,1 billones de francos CFA. La parte dedicada a los gastos de capital, incluidas las transferencias de capital, es del 34,7%, lo que corresponde a una dotación financiera de 6.608,1 millardos de francos CFA, es decir, 1.321,6 millardos de francos CFA al año.
Resultados esperados
Al final de la aplicación del PNDES-II, en 2025, se esperan siete impactos globales, según el Gobierno. Se trata de Reforzar la paz, la seguridad, la cohesión social y la resiliencia del país mediante la recuperación/reintegración socioeconómica de los desplazados internos, cuya tasa pasará del 7% en 2020 a más del 50% en 2025. consolidar la democracia y mejorar la eficacia de la gobernanza política, administrativa, económica, financiera, local y medioambiental.
lan también planea mejorar la salud y las condiciones de vida de la población, reduciendo la tasa de mortalidad infantil y en la niñez por 1000 de 81,6 en 2015 a 75 en 2025, y recortando la tasa de pobreza del 41,4% en 2018 a menos del 35% en 2025.
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