A principios de junio, tras la detención del Ministro de Sanidad de la República Kirguisa, Alymkadyr Beishenaliev, la Fiscalía General declaró que los funcionarios del Ministerio de Sanidad violaron la Ley de Contratos Públicos y fueron contrarios a los intereses del Estado adquirieron fármacos inmunosupresores con un mayor cost; anuló tres veces los resultados de la licitación para la compra de medicamentos, aumentando los precios asignados a los mismos; y para compensar la subida de los precios de los medicamentos, redujo el volumen de medicamentos adquiridos.
Como resultado, la Fiscalía General declaró daños al Estado por valor de 4,5 millones de soms.
Sin embargo, los pacientes con órganos trasplantados argumentan que no es tan sencillo adquirir los caros medicamentos importados. Además, debido a los procesos penales sobre la licitación de estos medicamentos, temen quedarse sin fármacos vitales.
“Los inmunosupresores
son fármacos que se recetan a los pacientes que se han sometido a un trasplante de órganos.
En Kirguistán hay registrados 653 trasplantados, la mayoría de ellos de hígado”, explica Dilyara Utyusheva, representante de un grupo de pacientes, ella misma trasplantada.
En 2021, el Estado destinó 78 millones de soms a la compra de inmunosupresores. Los pacientes, como en años anteriores, pidieron al Ministerio de Sanidad que comprara los medicamentos originales, que son más caros que los sustitutos genéricos. “Si el Estado compra los medicamentos más baratos, nadie los tomará. Tras haber pasado por siete círculos del infierno y haber sobrevivido, nadie quiere arriesgar su vida. La experiencia mundial demuestra que es caro y peligroso transferir a una persona de una droga a otra. Tras la intervención, se administran determinados fármacos. Según los protocolos, se recomienda “sentarse” con los mismos fármacos durante toda la vida. Si la sustitución conduce a la muerte, ¿quién será responsable de ello?”, argumentó la paciente Dilyara Utyusheva.
Como dijo el representante de los pacientes, tanto los genéricos como los medicamentos originales estaban en la primera ronda de la licitación, pero antes de que el comité de compras del Ministerio de Sanidad firmara un acuerdo sobre genéricos baratos, los pacientes salieron a la calle para hacer huelgas.
Como consecuencia de los piquetes de pacientes, se anularon los resultados de la licitación y se anunció la segunda ronda del concurso. Pasaron casi 8 meses entre la primera y la última -la tercera- ronda de licitación. “
Para entonces, el tipo de cambio del dólar ha cambiado, la inflación ha aumentado, lo que ha afectado al coste de los medicamentos”, explicó el representante de los pacientes.
Utyusheva instó a resolver el problema más rápidamente. “Pensamos que cuando se inicia una causa penal significa que se ha robado algo, pero no siempre es así. Utilizando nuestro ejemplo, queríamos aclarar que todo era correcto en las actuaciones del Ministerio de Sanidad, en cuanto al procedimiento de compra de medicamentos importados. Tenemos una gran comunidad: supervisamos todas las licitaciones, conocemos la Ley about la contratación pública, porque es vital para nuestras vidas. Una enfermedad puede afectar a cualquiera, nadie es inmune a una enfermedad”, afirmó.
Según Utyusheva, durante todo este tiempo, los receptores tenían que comprar medicamentos con su propio dinero, gastando en ellos al menos 100 dólares al mes. El año pasado, debido a la falta de fármacos, 15 personas sufrieron un rechazo de órgano, 10 de ellas murieron, cinco pasaron a hemodiálisis repetida, continuó Dilyara, defensora de los pacientes. “Se abrió una causa penal en por el elevado (aumento) del precio de los medicamentos. Pero los fiscales deben comprender la diferencia natural de precio entre los genéricos y los medicamentos originales,” añadió Dilyara Utyusheva. “Como resultado, los pacientes recibieron los medicamentos necesarios, aunque en menor volumen debido al elevado precio, pero los problemas no acabaron ahí: aún no se ha anunciado una nueva licitación, y las existencias de medicamentos se están agotando”, informó la paciente.
“Nadie quiere participar en los concursos de adquisición de medicamentos de este año, todo el mundo tiene miedo incluso de presentar una solicitud: el tipo de cambio del dólar, la logística, la inflación… hay muchos factores. El mercado es pequeño y, para inscribirse, las empresas tienen que reunir un montón de documentosexplicó el defensor del paciente.
Esta situación ejemplifica la importancia de los esfuerzos por contener el aumento de los costes de los medicamentos en la atención sanitaria.
Fuente y foto: SputnikNews