El estudio de mercado de KPMG “Comprender la financiación de la asistencia sanitaria en Arabia Saudí” examina la estructura de financiación de la asistencia sanitaria del Reino y las tendencias que influyen en los patrones de gasto. El gasto sanitario de Arabia Saudí pasó de 22.800 millones de SAR en 2007 a casi 80.000 millones de SAR en 2021, impulsado por factores como el crecimiento y envejecimiento de la población, la prevalencia de enfermedades crónicas y la mayor demanda de servicios sanitarios. Aunque las aportaciones del gobierno constituyeron la mayor parte del gasto, su porcentaje disminuyó del 72% en 2000 al 62% antes de la pandemia del Covid-19.
El informe destaca los importantes avances del sistema sanitario de Arabia Saudí, que incluye unos 250 hospitales públicos e instalaciones especializadas, lo que ha dado lugar a mejoras en la satisfacción de los pacientes, la calidad de la asistencia sanitaria, la infraestructura médica y la adopción de tecnologías avanzadas. Sin embargo, a medida que la población sigue creciendo y envejeciendo, la demanda de servicios se intensifica, poniendo a prueba los recursos financieros. KPMG subraya la necesidad de modelos financieros innovadores para garantizar la sostenibilidad a largo plazo, manteniendo al mismo tiempo un alto nivel asistencial.
Un enfoque sugerido es la adopción de tecnología inteligente en áreas como los resultados de los pacientes y las operaciones sanitarias. Tecnologías como la IA y las soluciones sanitarias digitales pueden mejorar el acceso a la asistencia sanitaria y facilitar la toma de decisiones basada en datos, permitiendo a los proveedores asignar los recursos de forma más eficaz. Además, el informe señala el potencial de ahorro de costes mediante tecnologías sanitarias preventivas, como la telemedicina y la monitorización continua, que muestran un retorno de la inversión cinco veces mayor al prevenir las enfermedades crónicas.
KPMG aboga por implantar una asistencia sanitaria basada en el valor, que vincule los reembolsos a los resultados sanitarios y no al volumen de servicios. Este modelo fomenta la eficiencia, una mejor coordinación de la asistencia y la atención a las medidas preventivas que pueden reducir la carga de las enfermedades crónicas.
El estudio también destaca la necesidad de ampliar el acceso a una asistencia sanitaria asequible, sobre todo para las personas con bajos ingresos y con enfermedades crónicas. Actualmente, el gasto sanitario de bolsillo constituye una parte notable del gasto total, principalmente en medicamentos y visitas al médico. KPMG recomienda ampliar la cobertura de los seguros y controlar los costes farmacéuticos para aliviar la carga financiera.
Por último, el informe subraya la importancia de las colaboraciones público-privadas, prediciendo que la participación del sector privado en la asistencia sanitaria podría aumentar hasta el 65% en 2030. Estas colaboraciones son cruciales para mejorar las infraestructuras y los recursos a fin de satisfacer las demandas sanitarias del Reino, promoviendo al mismo tiempo el crecimiento económico.