A pesar del notable aumento del gasto público, los hogares marroquíes siguen asumiendo el 38% de los gastos sanitarios, muy por encima del umbral del 25% de protección financiera establecido por la OMS.
Un nuevo informe del Ministerio de Sanidad y Protección Social revela que los pagos directos siguen siendo la principal fuente de financiación de la sanidad en Marruecos, cubriendo el 38% del gasto sanitario total en 2022. Aunque esto supone una mejora respecto al 45,6% de 2018, sigue estando significativamente por encima del límite máximo recomendado por la Organización Mundial de la Salud del 25%. Esta presión financiera sobre los hogares se debe principalmente al coste de los medicamentos y los servicios ambulatorios.
Las Cuentas Nacionales de Salud muestran que el gasto sanitario total aumentó un 34,1% entre 2018 y 2022, alcanzando los 81.700 millones de DH y representando el 6,1% del PIB. Las contribuciones del Estado aumentaron hasta el 30,3%, y el seguro de enfermedad cubre ya el 31% del gasto. A pesar de estos avances, Marruecos sigue estando por detrás de la media mundial, que es del 7,4% del PIB gastado en sanidad.
Las farmacias y las consultas privadas absorbieron casi un tercio del gasto sanitario, mientras que la atención hospitalaria siguió siendo la mayor categoría de gasto. Con el objetivo de la cobertura sanitaria universal, se insta al gobierno a que aplique reformas sostenibles de la financiación y reduzca la carga de los hogares, sobre todo mejorando el acceso a medicamentos asequibles y a la atención preventiva.