El Gobierno de Brasil anunció el lunes medidas de emergencia para inyectar cerca de 150.000 millones de reales (30.000 millones de dólares) en la economía con el fin de suavizar el golpe de la pandemia del COVID-19.
El impulso fiscal representa un rápido giro para el Ministro de Economía, Paulo Guedes, quien, tan sólo el fin de semana, insistió en que Brasil podría nadar contra la corriente mundial y crecer hasta un 2,5% este año.
El paquete no contiene dinero nuevo, sino una serie de medidas que consisten sobre todo en adelantar los pagos de la asistencia social, aplazar los impuestos de sociedades y facilitar el acceso de los trabajadores a los fondos de indemnización por despido.
Según el Ministerio de Economía, se liberarán 83.400 millones de reales (16.000 millones de dólares) para las personas más vulnerables de la sociedad, 59.400 millones de reales (11.000 millones de dólares) ayudarán a las empresas a mantener los puestos de trabajo y 4.500 millones de reales (8.000 millones de dólares) se destinarán a combatir directamente el COVID-19.
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