La puesta en marcha de la reforma del sistema de salud de 10 años del gobierno de Irlanda (SlainteCare) hace avanzar al país hacia el aceso universal, donde los pacientes son tratados en función de sus necesidades médicas y no de su capacidad de pago.
En 2022, los fondos públicos cubrieron el 77% del gasto sanitario corriente total, mientras que los seguros privados cubrieron el 12% y el gasto de bolsillo el 11% restante. La confirmación del nuevo Taoiseach (primer ministro) Simon Harris, anteriormente ministro de Salud entre 2016-2020, puede presagiar una voluntad política adicional de apoyo a los objetivos de SlainteCare.