El conocimiento de los costes de los servicios sanitarios es un requisito previo para prestarlos con eficacia y eficiencia en un contexto de escasez de recursos financieros, y ayuda a los gestores a prestar una asistencia sanitaria óptima. Para los regímenes de protección social de la salud, el conocimiento de los costes de los servicios sanitarios permite determinar los porcentajes de reembolso y puede contribuir a mejorar la calidad de la atención, optimizando así las compras. A pesar de las prometedoras aplicaciones del cálculo de costes, los costes de los servicios sanitarios rara vez se definen en los países pobres en recursos debido a la falta de disponibilidad de datos en los centros sanitarios y de personal con las competencias necesarias para realizar las evaluaciones. En consecuencia, los estudios de costes suelen ser caros, por lo que se realizan con poca frecuencia y se limitan a unos pocos centros y servicios sanitarios.
El Proyecto de Protección Social de la Salud de la GIZ trata de remediar esta situación estableciendo un Sistema Rutinario de Cálculo de Costes de Servicios Sanitarios que calcula periódicamente el coste de la prestación de servicios sanitarios seleccionados por una muestra nacional representativa de centros sanitarios. Esto se hace en colaboración con el Departamento de Planificación e Información Sanitaria y el Instituto Nacional de Salud Pública, ambos del Ministerio de Sanidad, y -además de la GIZ- con el apoyo financiero de USAID y P4H. El objetivo inicial es facilitar la fijación de precios para la compra de servicios sanitarios por parte de los programas de protección social de la salud, como el recientemente iniciado seguro social de enfermedad de la Caja Nacional de la Seguridad Social. En una fase posterior, los resultados deberían ayudar a los gestores de los centros sanitarios.