Los gobiernos africanos no están cumpliendo sus compromisos de dar prioridad al gasto público en atención sanitaria, lo que provoca disparidades significativas en el acceso a la atención sanitaria y en sus resultados, según un informe de Human Rights Watch y la Iniciativa para los Derechos Sociales y Económicos (ISER), con sede en Kampala.
El artículo destaca que, dos décadas después de la Declaración de Abuja de 2001, en la que los Estados de la Unión Africana (UA) se comprometieron a destinar al menos el 15% de sus presupuestos nacionales a la sanidad, la mayoría de los países están muy por debajo de este objetivo. De hecho, sólo dos de los 55 Estados miembros de la UA -Cabo Verde y Sudáfrica- alcanzaron el objetivo del 15% en 2021.
Este déficit en el gasto sanitario ha contribuido a la generalización de las desigualdades y al deterioro de la calidad de los sistemas sanitarios en todo el continente. Además, casi el 95% de la población de África vive en países que no han cumplido este objetivo de gasto, lo que suscita preocupación sobre el cumplimiento de las obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, incluido el derecho a la salud. Human Rights Watch e ISER piden a los gobiernos africanos que redoblen sus esfuerzos para cumplir sus compromisos e instan al apoyo internacional para ayudar a las naciones africanas a crear sistemas sanitarios sostenibles y equitativos.
El artículo sugiere que los gobiernos africanos vuelvan a comprometerse con el objetivo del 15% de financiación de la sanidad y promulguen políticas para aumentar los ingresos públicos mediante una fiscalidad progresiva y poniendo freno a los abusos fiscales. Factores externos como los fenómenos meteorológicos relacionados con el clima, el servicio de la deuda pública externa y los límites de gasto impuestos por los programas de préstamo del Fondo Monetario Internacional también pueden contribuir a la escasa financiación de la sanidad pública. Human Rights Watch insta a las instituciones financieras internacionales y a los países más ricos a que apoyen a los gobiernos africanos en la creación del espacio fiscal necesario para cumplir los compromisos sanitarios.
