La Asamblea Mundial de la Salud ha aprobado una resolución liderada por Nigeria que insta a reforzar la financiación sanitaria nacional y a reducir los gastos directos para acelerar el avance hacia la cobertura sanitaria universal.
La 78ª Asamblea Mundial de la Salud (AMS) ha adoptado una resolución histórica destinada a reforzar la financiación sanitaria mundial para ayudar a los países a cumplir sus compromisos de cobertura sanitaria universal (CSU). Liderada por Nigeria, la resolución pide una inversión pública urgente en los sistemas sanitarios, haciendo hincapié en la necesidad de abandonar los pagos directos que siguen empobreciendo a millones de personas.
Según la OMS, casi 2.000 millones de personas se enfrentan a dificultades económicas derivadas de los gastos sanitarios, y más de 340 millones se ven abocadas a la pobreza extrema. La resolución cita datos de la OMS que muestran un estancamiento o disminución del gasto sanitario nacional entre 2020 y 2022, especialmente en los países de renta baja, donde el gasto de bolsillo aumentó al disminuir la ayuda de los donantes.
Para solucionarlo, se insta a los Estados miembros a destinar al menos un 1% adicional del PIB a la atención primaria y a adoptar medidas fiscales como gravar el tabaco, el azúcar y el alcohol. La resolución hace hincapié en poner en común los fondos públicos, alinear el apoyo de los donantes con las prioridades nacionales y mejorar la transparencia de los datos.
Se ha encomendado a la OMS el seguimiento de los avances en la financiación hasta 2030 y el apoyo a los países para que elaboren hojas de ruta nacionales de financiación sanitaria. Zimbabwe, la Internacional de Servicios Públicos y los grupos de la sociedad civil apoyaron firmemente la iniciativa y pidieron sistemas sanitarios equitativos, financiados con fondos públicos y basados en la protección social.
