A día de hoy, Malí tiene 87 pacientes infectados. Por desgracia, esta cifra aumentará en los próximos días, si el mal despliega allí su despiadado mecanismo, como ha hecho en otros lugares, sembrando el luto a su paso, despertando el miedo y la ansiedad en todas partes y golpeando a las economías más fuertes.
El 10 de abril de 2020, el presidente de Mali, Ibrahim Boubacar KEITA, se dirigió a la nación por tercera vez desde la llegada del Covid-19.
Durante su discurso, el Jefe de Estado anunció medidas para contener la pandemia y tranquilizar la economía nacional.
Estas medidas sociales costarán al gobierno maliense cerca de 500.000 millones de francos (837.153.320,00 USD), en los supuestos más bajos.
El Presidente subrayó que se revisarían todas las asignaciones presupuestarias: “La revisión empezará en la cúpula del Estado”, antes de afirmar que :
“También se revisarán las prioridades de inversión. Habrá más innovación en la movilización de recursos. Y los fondos reservados se gestionarán escrupulosamente, bajo la supervisión del Jefe del Gobierno. Se creará un fondo especial de 100.000 millones de francos (167.430.664,00 USD) para las familias más vulnerables, que abarcará los 703 municipios de Malí. El acceso a este fondo, que se gestionará de forma colegiada y transparente, se basará en criterios de vulnerabilidad evaluados y acordados”.