El sistema sanitario de Níger se enfrenta a grandes dificultades. A pesar de los progresos realizados en los últimos años, el país sigue teniendo una elevada tasa de mortalidad de menores de cinco años (77 muertes por cada 1 000 nacidos vivos en 2020), mientras que el retraso en el crecimiento sigue teniendo un impacto devastador en el desarrollo a largo plazo del capital humano. La falta de profesionales sanitarios cualificados, sobre todo médicos, enfermeros y auxiliares asistenciales, repercute en la salud general de la población. Además, el 75 % de las niñas se casan antes de los 18 años y el 30 % antes de los 15 .
Según un comunicado de prensa fechado el 23 de septiembre, el Banco Mundial ha aprobado la financiación para que el gobierno nigeriano pueda ampliar la prestación de servicios sanitarios de mejor calidad para mujeres y niños. Esta financiación forma parte de un programa multifase de 15 años de duración.
La primera fase del planteamiento del programa es la Proyecto Lafia-Iyali. Él se centra en proporcionar a mujeres y niñas acceso a mejores servicios de salud y nutrición, especialmente en las regiones de Zinder y Maradi.
El presupuesto total de la primera fase del proyecto asciende a 125 millones de dólares.
