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¿Quién paga cuando enferman los africanos? - P4H Network

¿Quién paga cuando enferman los africanos?

En toda África, millones de personas del sector informal siguen sin estar aseguradas, no por apatía, sino debido a la naturaleza excluyente de los sistemas sanitarios. En Tanzania y más allá, las innovaciones digitales ofrecen modelos prometedores para un seguro sanitario más inclusivo.

En Tanzania, sólo el 15% de la población está cubierta por un seguro médico, mientras que un asombroso 60% de la financiación sanitaria procede de gastos de bolsillo, el porcentaje más alto a escala mundial. Cada año, aproximadamente 344 millones de personas se ven abocadas a la pobreza extrema debido a los costes sanitarios. Esto plantea cuestiones críticas: ¿Las personas no están dispuestas a inscribirse en programas de seguro médico, o las aseguradoras no están satisfaciendo las necesidades de sus clientes? Esto implica que muchos modelos existentes de seguro médico no se adaptan a las realidades de la vida africana.

La aspiración a la Cobertura Sanitaria Universal (CSU) sigue sin cumplirse en gran medida en el continente. A pesar de la Declaración de Abuja de 2001, que instaba a los gobiernos africanos a destinar al menos el 15% de sus presupuestos a la sanidad, pocos países se han adherido a esta directriz. Como consecuencia, innumerables africanos siguen sufriendo y muriendo a causa de enfermedades prevenibles, no por falta de conocimientos o tratamientos, sino porque no se ha dado prioridad a un acceso asequible a la atención sanitaria.

Vemos una expansión desigual de los sistemas sanitarios, que deja desprotegidos a los trabajadores informales y a las familias con bajos ingresos. Sin reformas significativas para proporcionar una asistencia sanitaria asequible, el ciclo de muertes evitables está abocado a continuar. Enfermedades como la malaria siguen siendo frecuentes, costando la vida a muchos, especialmente a los niños. Se subraya la importancia de la inversión nacional en seguros sanitarios y sistemas de atención primaria, lo que reduciría la dependencia de la ayuda exterior.

Algunos países, como Cabo Verde y Ruanda, que se han comprometido de verdad con los compromisos de Abuja y han desarrollado planes de seguros sanitarios basados en la comunidad demuestran unos resultados sanitarios significativamente mejores. Sus éxitos contrastan fuertemente con otras naciones que han tenido dificultades. Exploramos las razones de los fracasos de muchos países africanos. Obstáculos complejos como la inestabilidad política, el cambio de prioridades gubernamentales, la abrumadora carga de la deuda y la falta de responsabilidad contribuyen a las deficiencias generalizadas de los sistemas sanitarios.

Una cuestión fundamental es que muchos gobiernos carecen actualmente de sistemas de datos y de estructuras de gobernanza inclusivas para la planificación y el control reales del gasto sanitario. Las políticas que carecen de un sólido respaldo de datos a menudo siguen siendo ineficaces, sirviendo sólo como declaraciones de aspiraciones sin resultados tangibles. La narrativa insta a un examen crítico no sólo de los fallos en el cumplimiento de los compromisos, sino también de la voluntad de generar confianza y desarrollar sistemas que puedan ofrecer soluciones sanitarias eficaces. Postula que, si se realizan mejoras, los importantes retos sanitarios a los que se enfrenta África pasarían de ser cuestiones endémicas como la malaria o las altas tasas de mortalidad materna a nuevos retos diferentes, ya que el continente habría resuelto muchas crisis sanitarias evitables. Destaca la necesidad de modelos de seguros sanitarios que se ajusten a las realidades del sector informal, compuesto por numerosos conductores de boda boda (motocicletas), vendedores ambulantes de comida y pequeños agricultores a menudo excluidos de las disposiciones sanitarias existentes.

Esto nos lleva a una reflexión más amplia sobre la trayectoria de África en las últimas décadas, cuestionando por qué, a pesar de la importante ayuda al desarrollo y las promesas de financiación sanitaria, el continente se enfrenta a unos indicadores sanitarios que no han cambiado. Tras la independencia, África heredó sistemas que a menudo dejaban de lado las necesidades de la población local en favor de modelos creados para contextos totalmente distintos.

En conclusión, el texto subraya la importancia de abordar los retos sanitarios a los que se enfrentan las naciones africanas mediante transformaciones significativas y localizadas de las políticas y los sistemas sanitarios, en lugar de confiar únicamente en soluciones importadas. La narración sirve a la vez como vívido recordatorio del coste humano de unos sistemas sanitarios inadecuados y como llamada a la acción para renovar el compromiso y encontrar soluciones innovadoras adaptadas a las circunstancias únicas del continente.

Referencia
Anodi Kaihula, ¿Quién paga cuando enferman los africanos?, La República, 20 Apr 2025