El resurgimiento de los casos de COVID-19 ha desbordado el sistema sanitario público y ha sobrecargado los recursos sanitarios. El Ministerio de Sanidad de Malasia ha adoptado una Ordenanza de Emergencia (OE) para ordenar a los hospitales privados que reciban tanto a pacientes con COVID-19 como a los que no lo son, con el fin de reducir la presión sobre las instalaciones públicas. El tratamiento de pacientes con COVID-19 en hospitales privados podría contribuir a aumentar la ocupación de camas y cuidados críticos.
Otras medidas de colaboración con proveedores sanitarios privados, por ejemplo, teleconferencias de clínicas médicas privadas para el seguimiento de pacientes de COVID-19 y el despliegue del programa nacional de vacunación. Hay que reforzar la colaboración entre los sectores sanitario público y privado, y seguir buscando formas eficaces de seguir colaborando para combatir la pandemia.
El Ministerio de Sanidad, los sectores sanitarios privados y los proveedores de seguros deben contar con un plan de tratamiento sinérgico de la COVID-19 para garantizar que tanto el público como los asegurados tengan las mismas oportunidades de someterse a las pruebas de detección, las vacunas y el tratamiento de la COVID-19.
Este es un extracto del artículo de investigación publicado originalmente en el Journal of Pharmaceutical Policy and Practice. Puede leerlo aquí.
Créditos de las imágenes: Innovación Med-Tech
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