Los autores debaten el importante tema del acceso a la asistencia sanitaria para los trabajadores inmigrantes, que se enfrentan a numerosos problemas de salud cuando trabajan en el extranjero.
Los trabajadores inmigrantes carecen a menudo de acceso a la asistencia sanitaria o de medios para pagarla, lo que supone importantes barreras como el coste, la falta de seguro, la comunicación y las diferencias culturales.
La propuesta sugiere la creación de un nuevo pacto para la salud de los emigrantes entre los países de origen y de acogida, con el fin de garantizar unos servicios sanitarios de alta calidad para los trabajadores emigrantes.
Una de las soluciones propuestas es el establecimiento de un sistema de seguro médico mancomunado en el que participen los países de origen y de acogida, que podría repartir los riesgos financieros y la carga de los costes sanitarios entre un grupo más amplio de personas.
Esto permitiría un mayor acceso y asequibilidad a la asistencia sanitaria para los trabajadores inmigrantes, aumentando en última instancia su productividad y bienestar.
Los autores también exploran distintas opciones para diseñar un fondo común de seguros y destacan la importancia de comparar la cobertura, las prestaciones y los pagos de los países receptores y de origen.
Los autores sugieren un planteamiento 1×1 como posible punto de partida, en el que un país emisor y otro receptor llegan a un acuerdo bilateral para crear un fondo común de seguro médico mutuo.
Sin embargo, también señala las limitaciones de este planteamiento.En general, los autores destacan la necesidad de un marco global para abordar los problemas de acceso a la asistencia sanitaria a los que se enfrentan los trabajadores inmigrantes y proponen soluciones prácticas para proporcionarles el apoyo y la protección necesarios.