Informe técnico de la OMS sobre la financiación sanitaria para la cobertura sanitaria universal a través de la atención primaria de salud
Desde 2015, los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas han impulsado los esfuerzos para mejorar la protección y la atención sanitarias en todo el mundo. Sin embargo, aunque el sector sanitario ha progresado de forma constante en el aumento de la cobertura de los servicios sanitarios esenciales hasta 2015 (indicador 3.8.1 de los ODS), al mismo tiempo la protección financiera ha empeorado, tal y como muestra el indicador 3.8.2 de los ODS relativo a los gastos sanitarios catastróficos. Abordar estos problemas es, por tanto, un reto definitorio de los actuales esfuerzos por alcanzar la cobertura sanitaria universal (CSU) tras la pandemia de COVID-19 y en un momento de contracción económica. La prioridad es reorientar sustancialmente los sistemas sanitarios hacia la atención primaria de salud (APS) y reforzar la universalidad, centrándose al mismo tiempo en políticas que protejan a los pobres y vulnerables.
Mensajes clave
- Antes de la pandemia de COVID-19, el progreso mundial hacia la cobertura sanitaria universal era desigual.
- En muchos países se observa un deterioro de los niveles de protección financiera.
- Persisten las desigualdades en el acceso a los servicios sanitarios esenciales.
- Las desigualdades sanitarias se verán agravadas por la actual situación fiscal restrictiva y los límites del gasto público en sanidad a corto plazo.
- En muchos sistemas sanitarios siguen predominando las políticas de financiación y cobertura sanitaria fragmentadas y mal diseñadas, así como los procesos presupuestarios inadecuados.
- La eliminación progresiva de las subvenciones a los combustibles fósiles contribuiría a la resistencia climática y el ahorro a la cobertura sanitaria universal.