Un estudio reciente realizado en Ghana arroja luz sobre los profundos efectos de la pandemia de COVID-19 en los gastos sanitarios de los hogares.
Las principales conclusiones indican que, por término medio, el 4,2% de los hogares destinó más del 40% de sus gastos totales a gastos sanitarios relacionados con el COVID-19, y el 52,2% asignó más del 5% de su presupuesto a tales gastos. Las zonas urbanas y los hogares pobres se vieron afectados de forma desproporcionada, lo que pone de relieve la urgencia de intervenciones específicas para mitigar la carga financiera. La ayuda pública y las remesas desempeñaron un papel fundamental a la hora de aliviar los gastos sanitarios catastróficos de los hogares vulnerables, lo que subraya la importancia de las redes de seguridad social y la colaboración intersectorial. Además, se insta a los profesionales sanitarios a que mejoren la accesibilidad a los servicios sanitarios y promuevan la afiliación al seguro médico, sobre todo entre los grupos de alto riesgo.
Las recomendaciones políticas abogan por reforzar las redes de seguridad social, proporcionar apoyo específico a las poblaciones vulnerables y fomentar la colaboración intersectorial. Además, se anima a los investigadores a profundizar en las disparidades observadas en las CHE y a evaluar la eficacia de las políticas existentes para reducir las cargas financieras de los hogares. Mientras el mundo atraviesa las secuelas de la pandemia de COVID-19, es imprescindible comprender y abordar los efectos a largo plazo sobre el gasto de los hogares y el bienestar económico para construir sistemas sanitarios resistentes y equitativos.