Un nuevo artículo de The Lancet afirma que, aunque se asumió el compromiso mundial de proporcionar protección social a las personas con tuberculosis, faltan acciones concretas y planes de inversión para alcanzar este objetivo.
Este artículo aborda la protección social de las personas con tuberculosis (TB) a la luz de la Reunión de Alto Nivel (RAN) de la Asamblea General de las Naciones Unidas de 2023 sobre la lucha contra la tuberculosis. La Organización Mundial de la Salud (OMS) tiene el objetivo de eliminar la tuberculosis para 2030, pero los determinantes sociales de la salud, como la pobreza, pueden dificultar el acceso al tratamiento. La Conferencia de Alto Nivel de la ONU se comprometió a conceder prestaciones sociales a los enfermos de tuberculosis, pero aún no existe un plan claro sobre cómo hacerlo.
Los autores de este artículo afirman que es necesario invertir más en protección social, no sólo en intervenciones biomédicas. También dicen que la protección social debe ir más allá de la asistencia sanitaria e incluir cosas como ayuda financiera, alimentos y formación laboral. El artículo también señala que las formas actuales de medir los avances en la atención a la tuberculosis no tienen en cuenta los determinantes sociales de la salud. Los autores recomiendan que los países elaboren planes para mejorar la protección social de las personas con tuberculosis y que se investigue más sobre cómo hacerlo con eficacia.