La ejecución de recursos nacionales para salud ha aumentado significativamente en los últimos años en términos nominales, según el nuevo Informe de Ejecución Presupuestaria (IEF) 2018 publicado en feb.2019. Ahora asciende a 307 MUSD, mientras que en 2017 la ejecución fue de 248 M USD. Estos datos se refieren estrictamente a los fondos asignados por el Tesoro.
Los fondos bajo gestión pública han alcanzado los 403 M USD en 2018, frente a los 364 MUSD de 2017. Estos importes incluyen los fondos que utilizan los sistemas nacionales (on-CUT/Cuenta Única del Tesoro), las donaciones en especie y la ayuda al desarrollo que no pasa necesariamente por los sistemas nacionales, pero que se inscribe y notifica.La financiación exterior ha supuesto el 23,8% del total de fondos gestionados por el Ministerio de Sanidad. Este porcentaje alcanzó el 52% en 2013 y no ha dejado de disminuir desde entonces, incluso con el inicio del GFF en 2018.
Aunque estos datos muestran un menor nivel de dependencia externa, esta trayectoria se debe principalmente a la reducción de la financiación externa a través de los sistemas nacionales. El Fondo Canasta Pro-Saúde alcanzó los 120 MUSD en 2012 y ahora sólo aporta 17 MUSD. Los donantes han renovado su preferencia por los programas bilaterales, la asistencia técnica y el apoyo extrapresupuestario, incluida la financiación vertical.
Las estimaciones de la financiación extrapresupuestaria, por tanto no registrada en el REC, sugieren que la financiación externa global podría seguir representando en torno al 55% de la financiación total del sector sanitario, lo que no significaría una reducción real de la dependencia externa, especialmente para los programas y medicamentos específicos para cada enfermedad.