La situación humanitaria en la provincia mozambiqueña de Cabo Delgado se ha deteriorado significativamente en los últimos ocho meses, debido a las consecutivas crisis climáticas, la inseguridad y la violencia, que han provocado grandes desplazamientos de población, la interrupción de los medios de subsistencia y la falta de acceso a los servicios básicos. En los últimos meses, los ataques han aumentado en escala y alcance, siendo los distritos de Mocimboa da Praia, Macomia y Quissanga los más afectados. Los desplazamientos han aumentado rápidamente a medida que se intensificaba la violencia, y se calcula que más de 211.000 personas de se han desplazado internamente en la provincia, según los últimos informes.
Los indicadores de salud en Cabo Delgado siguen una tendencia a la baja, incluida la inmunización, que comenzó incluso antes de la pandemia de COVID-19. La Dirección Provincial de Salud (DPS) y los socios del grupo sanitario están debatiendo estrategias para mejorar los indicadores.
En 73 campos de desplazados internos cercanos a la ciudad de Pemba se aplican medidas COVID-19. Las agencias de la ONU están proporcionando refugio y alimentos. La OMS ha establecido un plan de emergencia, siendo la salud la primera prioridad:
https://www.who.int/health-cluster/countries/mozambique/Cabo-Delgado-Mozambique-Rapid-Response-Plan-May-Dec-2020.pdf?ua=1
