Un informe de la OMS/Europa revela la preocupante situación de numerosos hogares de la región, que se empobrecen debido a los gastos sanitarios, y subraya la necesidad imperiosa de una reforma
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de publicar un exhaustivo informe titulado “¿Puede la gente permitirse pagar la asistencia sanitaria? Evidence on financial protection in 40 countries in Europe (2023)” que arroja luz sobre las dificultades financieras a las que se enfrentan millones de personas debido a los pagos directos por la asistencia sanitaria en Europa. El informe subraya que, incluso en las naciones más ricas de Europa, el gasto en medicamentos, productos médicos como audífonos y cuidados dentales está empujando a la pobreza o agravando las dificultades económicas de entre el 1% y el 12% de los hogares.
Además, el informe revela que entre el 1% y el 20% de los hogares experimentan gastos sanitarios catastróficos, cifra que se eleva a entre el 2% y el 69% entre la quinta parte más pobre de la población. El gasto catastrófico en sanidad suele llevar a los hogares a no poder cubrir necesidades básicas como la alimentación, la vivienda y la calefacción. En particular, estas cargas financieras se atribuyen principalmente a los gastos incurridos en los centros de atención primaria, lo que indica importantes lagunas en la cobertura de la atención primaria en numerosos países.
El Dr. Hans Henri P. Kluge, Director Regional de la OMS para Europa, hizo hincapié en la urgencia de transformar los sistemas sanitarios para garantizar un acceso equitativo a la asistencia sanitaria sin causar dificultades financieras. El informe sugiere cinco opciones políticas para mejorar la protección financiera y acercarse a la Cobertura Sanitaria Universal (CSU), entre ellas desvincular el derecho a la asistencia sanitaria de las cotizaciones al seguro social de enfermedad, aplicar con moderación las tasas por asistencia sanitaria y garantizar una financiación adecuada de las políticas de cobertura sanitaria.
Además, el informe subraya la necesidad de abordar los déficits de confianza dentro de los sistemas sanitarios implicando activamente a los pacientes en su atención, apoyando y valorando a los trabajadores sanitarios y fomentando políticas sanitarias integradoras en colaboración con los responsables políticos. La OMS insta a los países a dar prioridad a estas reformas para restablecer la confianza y garantizar que la asistencia sanitaria sea accesible y asequible para todos.
