Una misión de investigación del Senado trató de medir el fenómeno de la financiarización en los distintos sectores de la prestación sanitaria. Identificó los factores determinantes y evaluó las consecuencias para la organización de la prestación sanitaria en las distintas regiones, el control de los gastos del seguro de enfermedad y las condiciones de trabajo de los profesionales sanitarios.
Según el informe, el “cambio” ya está en marcha en muchos sectores. Esto es especialmente cierto en el caso de las clínicas con ánimo de lucro, donde cuatro grandes grupos representan casi la mitad del mercado en Francia. En la asistencia ambulatoria, la biología médica privada es el sector “más financiarizado”, con seis grandes grupos que representarán el 62% de los centros en Francia en 2021.
Los senadores señalan los efectos “mal evaluados” y “mal controlados” de esta financiarización sobre el sistema sanitario y los pacientes. El informe hace 18 recomendaciones, entre ellas la necesidad de regularla, mediante un mayor control de las actividades de los centros sanitarios y la expedición de autorizaciones para actividades sanitarias por parte de las agencias regionales de salud (ARS). También recomienda la creación de un observatorio de la financiarización. Para el coponente, el senador Bernard Jomier, la financiarización amenaza los fundamentos del sistema sanitario, en cuanto a la organización de la asistencia, la independencia de los profesionales y la asignación de los recursos y el coste para los usuarios. Aunque no fomenta la exclusión de los actores que quieran invertir, desea que se sometan “a la primacía de los objetivos de salud pública, más que a los de rentabilidad financiera”.