El domingo 4 de agosto de 2024, el gobierno yemení emitió una advertencia oficial sobre una crisis sanitaria inminente, ante la amenaza de cerrar instalaciones médicas clave en todo el país tras una grave reducción de la financiación internacional.
El primer ministro yemení, Ahmed Awad bin Mubarak, convocó el domingo 4 de agosto una reunión gubernamental de alto nivel en la ciudad portuaria meridional de Adén para abordar la crisis. En esta reunión, pidió la formación de un comité gubernamental encargado de elaborar un plan estratégico para evaluar las necesidades del sector sanitario e identificar las intervenciones internacionales necesarias. También instó a los socios internacionales y regionales a renovar su “apoyo vital y continuo” a los servicios sanitarios para evitar una posible catástrofe humanitaria.
Según laOrganización Mundial de la Salud (OMS), los niños están especialmente expuestos, con altas tasas de desnutrición y mayor susceptibilidad a enfermedades como la poliomielitis, el sarampión, la tos ferina y la difteria. Según el comunicado de prensa de la OMS, casi 2,4 millones de niños menores de cinco años -la mitad de todos los niños yemeníes de este grupo de edad- sufren retraso en el crecimiento de moderado a grave.
Según la OMS, el 46% de las instalaciones sanitarias de Yemen sólo funcionan parcialmente o están completamente fuera de servicio debido a la escasez de personal, fondos, electricidad, medicamentos y equipos.
